Este 28 y 29 de julio, todos los peruanos celebramos un aniversario patrio. Desde niños aprendemos a conocer nuestra historia y aprendemos a conocer y nos enseñan a respetar y amar nuestra patria y nuestros simbolos patrios: Bandera, escudo, escarapela, el himno nacional que mostramos en nuestro pecho, en nuestras casas, instituciones, calles.
Es un buen momento para evaluar si en nuestro ser esta el valor del Patriotismo, es el valor que procura cultivar el respeto y amor que debemos a la patria, mediante nuestro trabajo honesto y la contribución personal al bienestar común.Tal vez para muchos, el ser patriota consiste en el orgullo de haber nacido en un país rico en recursos o de gran tradición cultural; para otros significa portar los colores nacionales en un evento deportivo o en el viaje al extranjero; algunos más sólo sienten pertenecer a su país en la fecha de una celebración nacional y sólo como pretexto para organizar una fiesta con sus amigos... Cabe cuestionarnos si el verdadero patriotismo se vive o es un sentimiento ocasional y por tanto pasajero.
La conciencia parece despertarse cuando aparecen los desastres, las guerras y otros sucesos extraordinarios resaltando el patriotismo y la solidaridad, pero el todo pasa y volvemos al ritmo de vida habitual. No es posible esperar la aparición de calamidades para darnos cuenta de nuestra capacidad de entrega y trabajo gustoso por los demás. ¿Pero cómo lograr ser patriota en un país que sólo tiene problemas de toda índole? Son muchos los argumentos que podemos enunciar para absolvernos de esta responsabilidad: economía, seguridad, desarrollo, conflictos internos, decadencia cultural, falta de valores... pero debemos asumir que el desarrollo y construcción de un país se logra con el esfuerzo y trabajo personal, sumado al de todos los compatriotas.
En lo cotidiano las personas tienden a compararse con otras naciones “en las que se vive mejor”, y tal vez deberíamos comenzar por adquirir las cualidades que admiramos y elogiamos en los habitantes de otras latitudes y colaborar positivamente al enriquecimiento de nuestra cultura, reconociendo que la patria nos ha proporcionado las condiciones indispensables para lograr nuestro desarrollo intelectual, social, moral y económico.
Debemos tener cuidado de no caer en el nacionalismo que propone un sentimiento de exclusividad y superioridad; no importa cual sea la cualidad más destacada del país, contribuir productivamente, cultivar los valores cívicos, respetar y amar a la patria es un bien que garantiza la seguridad y estabilidad de vida que las personas necesitan para desarrollarse. Cuando los valores cívicos están bien cimentados, nace la preocupación por ayudar a los demás, no sólo a nivel comunitario, sino como una extensión que traspasa las fronteras. El patriotismo se manifiesta por los valores que transmitimos como ciudadanos conscientes: trabajo, conducta, modales, respeto a las normas y costumbres, pero podemos suponer que de poco sirve tener una actitud recta cuando se transige con la trampa, el abuso y la pereza. El verdadero patriota puede quejarse de su nación observando su errores y deficiencias, pero al mismo tiempo busca y propone los medios para poder solventarlos, pues no es correcto contemplar como el país se hunde cada día más sin que hagamos algo al respecto.
El problema de enseñar los valores cívicos en la escuela, es que fuera del aula los estudiantes no cuentan con el ejemplo y respaldo debido por parte de los adultos, entrando en un ciclo de indiferencia y rechazo hacía los símbolos patrios y todos los actos de la misma índole. ¿Es esta la forma de enseñar a los jóvenes el amor a la patria?
a manera de comenzar a vivir y transmitir a los demás la importancia de vivir este valor, no se logra necesariamente con grandes campañas, todas son muy buenas e indispensables, pero se necesita del trabajo y esfuerzo diario de cada uno de nosotros. ¿Cómo adquirir esa conciencia de unidad y pertenencia?
- Realiza tu trabajo con dedicación y esmero, es lo más justo y necesario para ser productivos.
- Preocúpate por el cuidado del medio ambiente; pagar tus impuestos, si te corresponde; acude a las urnas cuando sean elecciones para cargos públicos.
- No menosprecies todo aquello que tu país te facilita: escuela, comunidad, servicios, costumbres... Si no eres capaz de respetar tu entorno, jamás se despertará en ti el amor a la patria.
- Participa en actividades de servicio comunitario atendiendo enfermos, ancianos, niños discapacitados... que es una forma de colaborar al desarrollo social.
- Visita museos, asiste o participa en la promoción de actividades culturales que tengan como finalidad el dar a conocer los valores, costumbres y tradiciones nacionales.
- Procura conocer la historia, pues nos descubre el esfuerzo por construir una nación, el verdadero sentido de las tradiciones y los hechos que han conformado la situación actual. De esta forma estamos en condiciones de descubrir la raíz de los males, comprenderlos y tomar decisiones para corregirlos y prevenir en la medida posible su repetición.
¿Cumples con todo esto y más? Excelente, pero no olvides que además de vivirlo personalmente y con tu familia, debemos mostrar y enseñar a la gente a realizarlo con ilusión, demostrando que somos capaces de vivir en paz y de ser felices construyendo el país que nos pertenece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario